Este año, el 31 de agosto fue el día en que cientos de
vecinos hermosillenses se reunieron en el templo del Divino Niño Jesús para cantarle
las mañanitas y atestiguar el ascenso de parroquia a santuario, sin duda un día
muy especial para la comunidad católica.
En Hermosillo es una
tradición anual celebrar al Divino Niño Jesús, santo patrono de la colonia Revolución
I, en un ambiente familiar de fiesta y oración entorno a una kermes de
antojitos mexicanos, juegos mecánicos y espectáculos musicales con invitados de
la talla del Sr. Francisco Verú y la orquesta de los hermanos Othón.
En lo particular, este también será
un día inolvidable, pues tuve el honor de formar parte de este festejo cantando
los temas musicales de mi más reciente producción y contribuyendo, desde mi
humilde posibilidad, en la adquisición de recursos mediante la venta de discos.
Muchas gracias por la invitación, por su aceptación y por
permitirme formar parte de sus tradiciones, espero Dios nos permitan volver los
próximos años y aportar un granito de arena a las misiones de la iglesia.
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